Solidaridad y gratuidad, actitudes que una vez más han animado a las señoras de nuestra residencia “La Natividad de Ntra. Sra.” a salir de su círculo de comodidad y confort para dar sentido a su propia vida y a la de los demás. Este tiempo de miedo, sufrimiento y aislamiento no ha endurecido sus corazones, sino todo lo contrario, la misericordia y la compasión las han movido al compromiso, a la solidaridad con los vulnerables y desfavorecidos de la sociedad. 

Por eso durante un tiempo, con todo el cuidado que exige la situación de pandemia en que aún nos encontramos, han estado haciendo artículos navideños y que podemos ver en la fotografía.

«El dinero recaudado irá destinado a una obra social, con el deseo de colaborar a mejorar la calidad de vida de las personas»

Como otros años, el dinero recaudado irá destinado a una obra social, con el deseo de colaborar a mejorar la calidad de vida de las personas. Se sienten Samaritanas, se acercan a los heridos del camino y se implican. A ellas se les puede aplicar la frase de Unamuno: “soy hombre, a ningún hombre estimo extraño”. Que por muchos años puedan seguir realizando este compromiso en favor de la humanización y de la justicia social. La vocación del cristiano es volvernos cercanos a cualquiera.

«Soy hombre, a ningún hombre estimo extraño”

Miguel de Unamuno